Los aceites sintéticos proporcionan 5 ventajas principales sobre los aceites de motor convencionales:
- Mayor resistencia a la temperatura. Los aceites sintéticos pueden manejar, temperaturas mayores de funcionamiento en forma segura, sin deteriorarse. Es por eso que para los climas cálidos se recomiendan los aceites sintéticos así como también para las aplicaciones de trabajos pesados, turbocargadas y de uso pesado.
- Mejor desempeño en temperaturas bajas, haciendo más fácil el arranque en frío. Los aceites sintéticos fluyen con mayor libertad a temperaturas extremadamente bajas (-30 °/- 40° C)
- Mejor protección del motor. Como el aceite de motor recorre todo el motor, las partes que funcionan a velocidades altas someten a algunos de los aditivos a esfuerzos de corte, que literalmente los cortan por el medio, fluidificando el aceite. Los aceites de motor totalmente sintéticos resisten el esfuerzo de corte bajo cargas pesadas, mejor que los aceites convencionales. Esto ayuda al aceite sintético de motor a conservar su grado de viscosidad, con lo que brindan una mejor protección para el motor y soportan condiciones de funcionamiento más extremas.
- Menor consumo de aceite. Los aceites de motor sintéticos presentan menos evaporación que los aceites de motor convencionales. Un buen aceite sintético perderá solamente un cuatro por ciento de su peso si funciona a 400 grados durante seis horas, comparado con la pérdida de un 30% de un aceite convencional basado en hidrocarburos. Un índice menor de evaporación hace que se produzca un menor consumo entre cada cambio.
- Motores más limpios. Los aceites sintéticos no se degradan ni sedimentan tan rápidamente como los aceites comunes basados en minerales. Esto significa que cuando se realiza un viaje corto de ida y vuelta para hacer las compras o cuando se maneja mucho por la ciudad en invierno, no se acumulan sedimentos en el motor de manera tan rápida y se conserva la eficacia de la lubricación.